ContraCorriente: 27 diciembre 2009

Un nuevo estudio, titulado Asessment Criteria for Media Literacy Levels (Criterios de Evaluación de los Niveles en Alfabetización Mediática) destinado a proveer a la Comunidad Europera de los criterios que parmitan evaluar regularmente el grado de alfabetización mediática delos ciudadanos de los Estados miembros, y que ha sido dirigido por el catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), José Manuel Pérez Tornero, en colaboración con otras universidades europeas, ha puesto de manifiesto que, entre los 27 países analizados, España se encuentra a mucha distancia de los más avanzados como Finlandia, Dinamarca, Holanda, Reino Unido, Francia, Suecia, Luxemburgo, Austria, Irlanda, Bélgica, Estonia y Alemania, mientras que aventaja a buena parte de los ex países del Este, y a Grecia y Portugal.

Este indicador presta especial atención al sentido crítico de los ciudadanos ante los mensajes persuasivos de la publicidad y de la información comercial, así como a su habilidad para acceder a un uso provechoso y seguro de Internet. El estudio también evalúa si los ciudadanos son creativos en el uso de las TICs y si, a través de ellas, mejoraba su grado de participación activa en la esfera pública y política.

Ante estos resultados, vemos que España ya no está a la cola sólo en nivel educativo, según pudimos deducir del último informe PISA, sino que, ahora, también lo estamos en alfabetización digital.

Y frente a un desastre como éste ¿cómo reacciona el Gobierno? ¿qué hace para mejorar estos indicadores?: Nada, absolutamente nada.

Eso sí, mucho Plan X, o mejor Plan XXX, ya que lo único que le interesa es destruir a nuestros jóvenes (más aún de lo que están), convertirlos en masas de carne no pensantes, que sólo vivan por y para el sexo (con el fin de evitar que piensen en otras cosas más importantes) y en consecuencia, hacer de los jóvenes unos muñecos fácilmente manipulables para poder seguir en el poder.

Repasemos algunas de las medidas que ha impuesto el Gobierno junto con otras que pretende imponer, que avalan esta tesis:

Premiar al que no estudia. Si suspendo no importa, porque paso igualmente de curso.
Vamos a darle trabajo y dinero a unos cuantos "pedagogos" que han inventado nuevos sistemas y fórmulas de aprendizaje, de forma que mientras nosotros (los mayores) con seis años ya habíamos hecho la Primera Comunión y leíamos y escribíamos perfectamente, ahora, con nueve y diez años escriben textos y redacciones con más faltas de ortografía que sin ellas.
Enseñémosles desde pequeños las diferencias entre un hombre y una mujer. Debe ser que nuestros hijos son retrasados mentales y hay que hacerles ver y entender algo que según algunos es fundamental para su educación. Y mientras unos se empeñan en enseñarles lo que todavía no necesitan conocer, los pobres niños sólo piensan en jugar con sus muñecas o "chutar" balonazos en una portería o contra una pared.
Pero lo verdaderamente importante para la educación de nuestros jóvenes no son ni las matemáticas (para eso están los ordenadores), ni la lengua extranjera (ya tenemos el traductor de google), ni nuestra literatura y gramática (con la fantástica corrección gramatical de Word). Total, si cada vez escribimos menos y leemos menos aún. No se va a notar demasiado. Lo que realmente importa es que casi una tercera parte del tiempo que dedican al estudio, traten temas relativos a Educación para la Ciudadanía o todas las variantes del sexo, e incluso, cómo disfrutar uno mismo con el sexo.

Juzgad y pensad si con estas medidas que os cito consideráis que tendremos el día de mañana unos jóvenes bien formados y preparados para la vida, que lleguen a ocupar puestos de responsabilidad, jóvenes fuertes, maduros, responsables y preparados para competir con otros muchos otros jóvenes de otros países que van a encontrar en España ese paraíso en el que cualquier tonto extranjero, medianamente preparado, pueda llegar incluso a Presidente de Gobierno...