En el tren se oía todos los días “oye que me ha dicho mi vecina, que tiene un primo que el padre de su novia, conoce a uno que trabaja en la estación, y dice que para la semana que viene ya vuelve la normalidad“, pero... desilusión. Voy a sacar el billete. De dieciocho ventanillas, como no, funcionan dos ¿por qué número va? El 117, doy al botón de venta anticipada y… a los veinte segundos sale el número..., el 309. Me compro una revista, tomo café, reviso el móvil y empiezo a llamar, pasa 1 hora, 15 minutos y el 309, voy a la ventanilla, “Buenos días, por favor necesito sacar billetes para una semana en este horario...” El lunes está bloqueado, el martes puedo, el miércoles también, el jueves y el viernes bloqueado, reestructuro la semana y ¿en este horario? Mas de lo mismo, y yo acordándome de la vecina y del novio del informador.
Después de tres semanas de tranquilidad y de ir todo sobre raíles, para la semana del puente de la Inmaculada y por supuesto, no sé cuanto va a durar, me he enterado por una amiga que se lo ha dicho una conocida que al sacar los billetes se ha encontrado con la triste sorpresa., ni papel informativo en la estación ni nada y menos en prensa, vamos vamos... si en cosas así somos capaces de ocultarlas a la luz pública, ¿que será lo que realmente de peso pase en nuestro País?
Os dejo con ese pensamiento.
Autor: F. Javier Fernández.
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