La película rescata la historia bíblica de Noé, quien recibió el encargo divino de construir un arca donde navegaría una pareja de ejemplares de todas las especies animales.El Arca de Noé muestra a un Dios dolido por la mala conducta humana, lo que le lleva a enviar un escarmiento en forma de diluvio. Aunque antes da una oportunidad a los seres vivos de la mano del bueno de Noé, cuya fe no flaquea en ningún momento, lo que hace que algunos le tomen por loco.
Noé se muestra como un hombre bueno que no duda de la petición divina y embarca a toda su familia en el arca. Una dura prueba, pues sus hijos, aunque de buen corazón, luchan por sus intereses particulares. Por lo que la historia es una apología de la importancia del trabajo en equipo y el respeto por los demás. Este conflicto se extrapola a los animales que acuden a la llamada de Noé.
En cuanto a la animación, la película deja bastante que desear si la comparamos con las altas cotas que se alcanzan estos días. En lo referente a la historia, la película da continuamente la sensación de que podría haber dado más de sí, pues el guión es bastante flojo. La vertiente cómica queda bastante diluida, salvo por la presencia de Dios, que cae bien.
Más allá de los valores de convivencia, respeto y tolerancia que propugna la película, también se hace hincapié en el sentido de la responsabilidad y de la fe, no sólo religiosa, sino en los compañeros de viaje.
Como resumen, la película resulta entretenida e inteligente, y afronta con buen humor la ecología, la familia, la religión y la relación con Dios.
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