La Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española ha celebrado su CCVII reunión durante los días 29 y 30 de enero, en la que los obispos, como es habitual en vísperas de la celebración de elecciones generales, han aprobado una Nota ante los comicios del próximo 9 de marzo en la que incluyen algunas consideraciones que estimulen el ejercicio responsable del voto.De su texto voy a extraer algunos puntos que, sin duda, han motivado numerosas críticas:
...No cabe duda que promover o tolerar el divorcio, las uniones entre homosexuales, el aborto, la píldora abortiva del día después, o la manipulación de embriones no merece el voto de una familia cristiana y, aún así, unos se empeñan ahondar más en la llaga y otros, ni siquiera se atreven a "mentar" el tema...
5. Los católicos y los ciudadanos que quieran actuar responsablemente, antes de apoyar con su voto una u otra propuesta, han de valorar las distintas ofertas políticas, teniendo en cuenta el aprecio que cada partido, cada programa y cada dirigente otorga a la dimensión moral de la vida. La calidad y exigencia moral de los ciudadanos en el ejercicio de su voto es el mejor medio para mantener el vigor y la autenticidad de las instituciones democráticas...
6. “Es preciso afrontar - señala el Papa - con determinación y claridad de propósitos, el peligro de opciones políticas y legislativas que contradicen valores fundamentales y principios antropológicos y éticos arraigados en la naturaleza del ser humano, en particular con respecto a la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, y a la promoción de la familia fundada en el matrimonio, evitando introducir en el ordenamiento público otras formas de unión que contribuirían a desestabilizarla, oscureciendo su carácter peculiar y su insustituible función social”. La legislación debe proteger al matrimonio, empezando por reconocerlo en su ser propio y específico.
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El cacareo que están llevando a cabo muchos "demócratas", "liberales" y "respetuosos con la libertad de expresión" era de esperar. Han criticado a los obispos por atreverse a aconsejar a los católicos que actúen de forma coherente con su Fé a la hora de elegir a sus representantes políticos. ¿Es que vamos a volver a la censura? ¿Necesitamos para algo la tutela del Estado en temas de moral, algo de lo carecen muchos de sus responsables? ¿Donde está esa tolerancia que tanto predican ahora que se trata de ejercer una opción libre y voluntaria que puede ir en contra de sus intereses? ¿Cuando viviremos en una democracia madura?
Señores políticos, de un lado y de otro, piensen que el partido que gobierne tras las elecciones lo hará para católicos y para no católicos, tienen el deber moral y la responsabilidad de velar también por los intereses de los que que no sean afines a su ideología, y en el ejercicio de su actividad pública, han de atenerse al denominador común de la moral fundamentada en la recta razón y en la experiencia histórica de cada pueblo.
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