03 noviembre 2010

¿Por qué los homosexuales no pueden casarse?

Se pueden decir las cosas de una forma clara o difusa, dando vueltas o yendo al grano. Algunos, muchas veces por miedo al qué dirán, o a que sus palabras no sean consideradas como políticamente correctas, dan un giro a sus expresiones con tal de no decir lo que sería justo, lo que pueda ser innato o intrínseco a la naturaleza humana o, simplemente, algo que uno defienda porque sea acorde con la Ley de Dios.

Yo he visto, por ejemplo, como algunos sacerdotes dan vueltas y vueltas en su homilía con tal de no emplear el término "Confesión", hablan de la reconciliación, del perdón, de la meditación, incluso del exámen, pero no mencionan ni una sola vez en su homilía la palabra "Confesión". ¿Tan dura es esta palabra? ¿Se va a levantar alguien de su banco y marcharse de la Iglesia si se emplea este término? También presencio a menudo como otros hablan de "la pareja", en lugar de "el matrimonio". Si son sólo pareja muy posiblemente no se encuentren sentados en un banco escuchando la homilía, en los demás casos los presentes serán o bien solteros (con o sin compromiso) o casados por la Iglesia. Hay que hablar claro, llamar a las cosas por su nombre, y decir -por ejemplo y sin miedo-, que la confesión es auricular y secreta, aunque cabe la posibilidad de la absolución colectiva en determinados supuestos muy excepcionales que aparecen recogidos en el propio Catecismo de la Iglesia Católica. Y hay que emplear el término "Matrimonio" con mayúscula, como el vínculo sagrado que es de unión entre un hombre a una mujer y para siempre, y como fuente de amor y de transmisión de la vida.

Pero... ¿Por qué tenemos miedo a hablar claro?, ¿Por qué no empleamos los términos adecuados cuando queremos referirnos a ciertas cosas?, ¿Por qué callamos cuando en nuestra presencia se ofende a Dios o a la Iglesia?, ¿Por qué no decirle a nuestro quiosquero que retire de la vista esa revista con cuyas imágenes me ofende como persona?

Recuerdo que, allá por el mes de marzo de 2008 publiqué un artículo en este blog informando o, más bien, aclarando acerca del dinero que destinamos como asignación tributaria en nuestra Declaración de IRPF, y... cómo se pusieron algunos cuando me referí al posible destino de la misma a alguna Asociación de "desviados sexuales", y eso que no entré a definir quienes encajaban en este colectivo... A lo largo de los diversos comentarios y foro de debate que se formó a continuación del artículo pude aclarar algo más a ciertos personajes que incluso llegaron a recurrir al insulto como única argumentación. Ciertamente, todas las críticas que recibí en los comentarios se debieron al hecho de haber hablado claro y emplear los términos precisos, pero ésto es así, creo que a mí, a tí que estás leyendo en este momento este post y a otros muchos nos ha tocado vivir en diferentes momentos de nuestra vida a ContraCorriente.

En el vídeo que os muestro a continuación (en inglés subtitulado) podemos observar la claridad de las palabras del Cardenal-Designado Raymond I. Burke en una entrevista que le hicieron, en la que nos explica algo que para muchos puede ser políticamente incorrecto y de lo que muy poca gente se atreve a mencionar, y menos aún, opinar: "El matrimonio sólo puede existir entre un hombre y una mujer". Sobran las palabras...


Más información sobre el Cardenal Burke:


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