Una nueva matanza masiva a manos de un valiente asesino, un Doctor Peruano llamado Carlos Morín, un ser despreciable. Con el consentimiento de unos padres irresponsables y con el mismo apodo que este indeseable son capaces de ordenar la matanza de sus futuros hijos a un personaje salido de no se donde, sin preparación, en un piso de alquiler ,sin medios ni higiene ninguna y pagando 4.000 € por el trabajo. Para ello, falsifican todo tipo de test e informes médicos que no eran cumplimentados por los pacientes, ya que entre él y sus compañeros cómplices de asesinato lo preparaban todo. Y no crean que va a ser detenido el resto de su vida, ni mucho menos. En seis o siete meses, cambiará de ciudad y volverá a matar con la valentía que lo ha venido haciendo.
Hoy día, compras maquinaria, alquilas un sótano y, oculto, montas el “chiringuito” que te apetezca, lo que siempre has querido ser y por tu falta de estudios no has conseguido, y si te cogen…, como no te va a pasar nada, cambias de barrio, montas otro negocio con menos papeles que una liebre, y… a ganar sucio y sangriento dinero fácil.
Javier Fernández.
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