Ignoro si realmente se produjeron y tampoco si realmente han sido publicadas en la citada revista. En cualquier caso, resultan divertidas y aunque sólo sirvan para pasar un buen rato, las reproduzco a continuación. Sin duda, la última es la mejor:
¿Estaba usted presente cuando le tomaron la foto?
¿Estaba usted solo, o era el único?
¿Fue usted, o su hermano menor, quien murió en la guerra?
¿Él le mató a usted?
¿A que distancia estaban uno del otro los vehículos en el momento de la colisión?
Usted estuvo allí hasta que se marchó ¿no es cierto?
Pregunta: Doctor, ¿cuántas autopsias ha realizado usted sobre personas fallecidas?
Respuesta: Todas mis autopsias las realicé sobre personas fallecidas.
Pregunta: Cada una de sus respuestas debe ser verbal, ¿de acuerdo? ¿A qué escuela fue usted?
Respuesta: Verbal. (Risotadas y comentarios jocosos en la sala)
Pregunta: ¿Recuerda usted la hora a la que examinó el cadáver?
Respuesta: La autopsia comenzó alrededor de la 8:30 p.m.
Pregunta: ¿El Sr. Pérez Tomilla estaba muerto en ese momento?
Respuesta: No, estaba sentado en la mesa preguntándome por que estaba yo haciéndole la autopsia. (El Sr. Juez tiene que imponer orden en la sala, el alboroto fue tremendo, se escuchaban las carcajadas por todas partes)
Pregunta: Doctor. ¿Antes de realizar la autopsia, verificó si había pulso?
Respuesta: No.
Pregunta: ¿Verificó la presión sanguínea?
Respuesta: No
Pregunta: ¿Verificó si había respiración?
Respuesta: No
Pregunta: Entonces ¿es posible que el paciente estuviera vivo cuando usted comenzó la autopsia?
Respuesta: No
Pregunta: ¿Cómo puede usted estar tan seguro, Doctor?
Respuesta: Porque su cerebro estaba sobre mi mesa, en un tarro.
Pregunta: ¿Pero podría, no obstante, haber estado vivo el paciente?
Respuesta: Es posible que hubiera estado vivo y ejerciendo de abogado en alguna parte.
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